
La electrolisis percutánea es una técnica de fisioterapia invasiva que consiste en la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja de punción, que produce en el tejido blando un efecto analgésico y un proceso inflamatorio local que, dependiendo de la intensidad, permite la reparación del tejido afectado.
La electrolisis percutánea constituye una modalidad de aplicación de la electroterapia a través de un procedimiento mínimamente invasivo.
La electrolisis percutánea está indicada en procesos que tienden a la cronicidad, como las llamadas «tendinitis», lesiones ligamentosas, musculares, capsulares o periósticas, que tienen en común la degeneración del tejido de colágeno. En estos casos, dicha técnica consigue favorecer la respuesta inflamatoria necesaria para que los mecanismos de curación y/o reparación del tejido blando sean activados.
Entre las indicaciones para la aplicación de dichas técnica se encuentran las siguientes:
En tendón:
- Tendinopatías intrasinoviales crónicas (tendinosis).
- Tendinopatías extrasinoviales y tenosinovitis crónica.
- Tendinopatías postquirúrgicas.
En músculo:
- Lesión muscular aguda o crónica.
- Síndrome de dolor miofascial y punto gatillo miofascial.
- Síndrome pseudocompartimental.
En ligamento:
- Lesión ligamentosa aguda o crónica.
En bursa:
- Lesión bursal crónica.
En periostio:
- Periostitis tibial.
Retracciones capsulares, alteraciones fasciales y problemas sinoviales:
- Articulación temporomandibular (ATM).
- Retracción capsular en rodilla.
- Impingement anterior y posterior de tobillo.
- Impingement femoroacetabular.
- Fascitis plantar.
- Cicatrices.
- Ganglión sinovial.
- Quiste parameniscal.
- Quiste de Baker.
En lesión nerviosa:
- Lesión nerviosa por atrapamiento (síndrome del túnel del carpo, neuroma de Morton, etc.)